Definitivamente la diferencia entre un estudiante excelente y uno que no lo es, NO es un tema de inteligencia. Nuestros estudios demuestran que cualquier estudiante puede desarrollarse de manera excelente en el área que desee si tiene la suficiente práctica ya que el cerebro es como un músculo que puede ser desarrollado si lo entrenamos. Detrás de esto hay una explicación científica.
Veamos…
Nuestro cerebro tiene múltiples formas de conectarse y a eso le llamamos Neuroconexiones, y éstas se desarrollan en la medida que ejercitamos el cerebro. Es decir, todos nosotros nacemos con un bosque virgen de neuronas, pero no basta tener un montón de neuronas ahí instaladas.
La inteligencia se desarrolla en la medida en que estas neuronas se conectan entre sí formando un gran bosque de conexiones y a través de éste se mueve toda la información. Técnicamente, a esta unión intercelular especializada entre neuronas se le llama sinapsis.
La inteligencia se desarrolla en la medida en que estas neuronas se conectan entre sí formando un gran bosque de conexiones y a través de éste se mueve toda la información. Técnicamente, a esta unión intercelular especializada entre neuronas se le llama sinapsis.
Entonces por ejemplo, la primera vez que me pongo unos patines e intento andar, seguramente no sabremos cómo hacerlo. Esto se debe a que las conexiones necesarias no están construidas y por eso nos cuesta empezar. Sin embargo, en la medida que yo repita esta acción, cada vez será más fácil, hasta que se establezca el nuevo sendero de conexiones que me va permitir andar en patines con mayor facilidad y finalmente en forma subconsciente, en ese momento se ha desarrollado una nueva habilidad.
Este es el origen de los problemas de nuestros hijos con ciertas materias. Uno de los ejemplos más comunes es el de matemáticas. Muchos estudiantes piensan que “no nacieron con mente matemática” porque les va mal o no les gusta. El problema no es ese, sino que han dejado de construir senderos de pensamientos en esa área, por años han desarrollado el mismo patrón de comportamiento: al sentirse confundidos deciden que no saben o no pueden, dejan de insistir y en consecuencia dejan de aprender.
No me canso de repetirlo. Todos nuestros hijos tienen el potencial para ser grandes estudiantes. Pero la única forma de poder desarrollar y conectar las neuronas es mediante la repetición sistemática. Está probado que cualquier persona puede desarrollar cualquier habilidad si practica lo suficiente. Entonces podemos decir que “LA REPETICION ES LA MADRE DE TODAS LAS HABILIDADES”.
Los estudiantes excelentes son niños y jóvenes como cualquier otro, simplemente han desarrollado la actitud de responder a las dificultades iniciales de forma positiva.
¿Cómo hago para que mi hijo supere la confusión inicial del aprendizaje?
Lo primero es dejar muy en claro que TODO lo que aprendemos en la vida es difícil en un principio, más importante aún, la confusión es un proceso previo a cualquier aprendizaje. El estar confundido debería ser motivo de alegría ya que significa que estoy “a punto de aprender algo nuevo”. Por esta razón en mis seminarios les enseño a los estudiantes a que cada vez que alguien dice “ESTOY CONFUNDIDO”, tiene que saltar de alegría y decir “¡EXCELENTE, ESTOY A PUNTO DE APRENDER!
El rol de nosotros como padres es ayudar a nuestros hijos en estos procesos, darles herramientas y saber motivarlos e incentivarlos a seguir intentando. Apoyarlos en forma positiva y tener paciencia son grandes herramientas.
¡Vamos que se puede!