¿Siente que estudia con sus hijos y por más que les explica no entienden?
¿Se molesta porque después de pasar horas estudiando con ellos, al preguntarle algo contestan mal, como si no hubiese estudiado nada?
¿Quizás el método que está aplicando no está acorde con la etapa de desarrollo de su hijo? ¿Cómo saberlo?
Esta y muchas otras situaciones tienen explicaciones. Desde la antigüedad, muchos psicólogos se han interesado por el proceso de aprendizaje y se han planteado distintas teorías sobre este proceso.
Jean Piaget, fue quien generó la Teoría del desarrollo cognitivo del niño.
En esta teoría plantea que deben ocurrir varios procesos para que se produzca el aprendizaje, como: la adaptación, asimilación, acomodación y equilibración.
Pero estos procesos también se deben considerar según la etapa de desarrollo en la que se encuentra el niño. Pieget distinguió 4 etapas del desarrollo congnitivo del niño. Cada una de ellas permite la adquisición de habilidades para hacer ciertas cosas y otras no.
-Etapa preoperacional (0 a 2 años): El aprendizaje del niño es a través de sus sentidos.
-Etapa preoperacional (2 a 7 años): El pensamiento del niño es muy egocéntrico. Comienzan los juegos simbólicos y la imitación, le llaman la atención los cuentos de fantasía. Hay evidencia de pensamiento, pero ausencia de pensamiento operacional.
- Etapa de as operaciones concretas (7 a 12 años): El pensamiento del niño es literal y concreto, pero una formulación abstracta sobrepasa su captación, la habilidad para generalizar es limitada, ya que lo que aprende en u contexto, no es transferido fácilmente a otro contexto.
- Etapa de las operaciones formales (12 años en adelante): Se presenta un dominio de conceptos y operaciones abstractas. El niño puede aplicar razonamiento, capacidad de realizar abstracciones e inferencias, es decir, desarrollar las facultades superiores.
Como se puede observar, los niños en cada etapa, son capaces de realizar distintos procesos y cada una va preparándolo en el desarrollo de habilidades superiores que podrán evidenciarse en la siguiente etapa. Por eso es importante tener en cuenta estos datos cuando estudiemos con ellos, de manera de entender y poder enfrentarlos desde una perspectiva distinta. Si su hijo esta en una etapa concreta, entonces el estudio deberá contener elementos que el niños pueda observar, tocar, etc. Para poder hacer más efectivo su aprendizaje.
Distinto será si el niño se encuentra ya en una etapa de operaciones formales.
De todas maneras no hay que olvidar las características individuales de cada niño, lo que generará a su vez su propio ritmo de aprendizaje.
Teniendo en cuenta esto, no exigiremos lo que no se puede, y podremos enfrentar el momento del estudio diferente, ya que muchas veces termina siendo un dolor de cabeza para los padres y una “lata” para los hijos.